Nací en la madrugada de un sábado, el 12 de diciembre de 1959, con aromas a jazmines, según mi madre.
Siempre me gustó imaginar historias, pero como era chica y no sabía escribir las guardaba en mi mente.
Mi abuela fomentó en mí el mágico mundo de contar cuentos, comencé con mis hijos, seguí con niños de escuelas y ahora con mis nietos Lucas y Sofía.
Pero en un momento las historias fueron tomando forma en libros, otro arte maravilloso que les pe...