El baile de la libélula

«Si algo he aprendido con el tiempo es que es más fácil autoengañarse que solucionar los problemas. Lo que también me ha llevado a aprender que hacer precisamente eso se convierte en EL gran problema. Supongo que esta historia va de eso, de cómo me di cuenta de que era una gilipollas integral».

Sí, porque el cáncer se llevó a mi madre; la cárcel, a mi padre, una joyita en todos los sentidos, a quien espero no volver a ver en mi vida; y a mí el odio, la venganza y una relación amorosa equivocada me condujeron al peor de los abismos: no saber quién era, qué quería o qué y a quién amar.

Me llamo Elinor, un nombre raro, lo sé, es por una de las protagonistas de Sentido y sensibilidad y… no os explico más, porque en esta historia, hasta los nombres tienen su aquel. Pues bien, quiero contaros lo que me sucedió a los diecisiete años, cuando, a la muerte de mi madre, tuve que irme a vivir, hasta la mayoría de edad, con mi tía Mónica y Cristina, su mujer; cuando Javi, mi novio, o lo que fuera aquello, me hizo lo que me hizo; cuando el chico más guapo y más amable que me había encontrado en mi vida me devolvió las ganas de dibujar, las ganas de bailar y, sobre todo, me enseñó a amar como la libélula que soy: con el cuerpo relajado y tranquilo y el cerebro a mil revoluciones por minuto.

Esta es mi vida, mi baile. ¿Bailas conmigo?

@entretulipanes

Los lectores opinan:

«Me encantó la naturalidad con la que Lidia me hizo sentir que las personas disidentes pertenecen a cualquier ámbito de la literatura», Alberto Ramos.

«Una forma de conocer un Madrid diferente de la mano de unos personajes que te llegan al corazón. Lidia nos adentra en dos mundos cargados de pasión, tensión y amor en los que nos hará sufrir pero de los que también saldremos recompensados», Ana @apricotscrazythoughts.

«Todas las formas de amar son válidas y plenas; este libro nos lo enseña», Inés @greenwood_world.

«La historia de Lidia te engancha desde las primeras páginas y te encoge el corazón. El baile de la libélula es una montaña rusa de emociones que te hará reír, llorar, enfadarte, enamorarte y gritar de emoción. Una historia imposible de olvidar y un final que no te dejará indiferente», Laura Marvo @lauramarvo.

«Las historias de Lidia siempre son maravillosas, no solo por lo que nos narra en ellas, sino por lo especiales e increíbles que son los personajes que encontramos en ellas. Una vez más, Lidia me ha atrapado desde la primera hasta la última página», Marina.

«El baile de la libélula es un viaje de emociones y sentimientos que te emocionará, te romperá el corazón y te sanará el corazón durante todas sus páginas. Si os gustan las novelas sentimentales y conmovedoras donde los personajes se enfrentan a un proceso de curación y maduración, debéis adentraros en esta historia tan realista. Es un libro que al final te deja el corazón calentito», Nieves.

«Quiero recomendar MUY MUCHO este libro y como no quiero hacer spoiler solo diré LEED esta historia maravillosa donde se mezclan tantos sentimientos y vas compartiendo la evolución de cada personaje, sus alegrías, preocupaciones, equívocos…, sobre todo de Elinor la protagonista, que traspasan las páginas para llegar al corazón y encogértelo, ensanchártelo o hacerlo latir fuerte. Somos nosotros mismos y aquellos pedacitos de corazón que también forman el nuestro, así construimos nuestras vidas. Escrita de forma sencilla y tan transparente que vuelan las paginas, pasa el tiempo sin darte cuenta cuando la lees; 100% adictiva», Verónica.

«No puedo explicar con palabras la cantidad de sentimientos que me han inundado a lo largo de toda la historia, ni el cariño que he cogido a los personajes. Me ha destrozado el corazón y me lo ha reparado, me lo ha estrujado y me lo ha dejado calentito. No puedo más que recomendarlo mucho mucho mucho», Ringo Chan.

«A pesar de que la evolución de Elinor, la protagonista, ha sido rápida, la novela me ha gustado mucho, he disfrutado mucho de la lectura y la forma que tiene de escribir Lidia, que me ha metido de lleno dentro de esta historia, de sus personajes y en muchos puntos no dejaba de pensar en ellos», Mariángeles.