Desde el ataque que costó la vida al descubridor Juan Díaz de Solís los indígenas de la cuenca del Plata obtuvieron numerosas victorias. Ya en la década de 1730 amenazaron la propia existencia de Montevideo, y tan tarde como en el año 1801 fueron capaces de aniquilar una parda de 50 blandengues. Sin embargo, a la larga fueron vencidos. Cuatro grandes episodios bélicos ocurridos en territorio del actual Uruguay muestran que muchos guerreros murieron con las armas en la mano. También, lo vulnerable que eran cuando carecían de caballadas y que la imposibilidad de mantener a resguardo a mujeres y niños los condujo inexorablemente hacia la derrota.