?La muerte de Villanueva Saravia Pinto, Intendente de Cerro Largo, ocurrida el 12 de agosto de 1998, cuando tenía 33 años y una carrera política en pleno desarrollo, fue uno de los hechos más inesperados e inexplicables del Siglo XX en el Uruguay. El vertiginoso crecimiento de su protagonismo político en el escenario nacional; su capacidad realizadora, su don de mando, la confrontación como herramienta de la acción política, su espíritu transgresor, su magnetismo personal, su juventud y su desfachatez, hacían que muchos analistas lo señalaran como un peligroso competidor para los viejos dirigentes del Partido Nacional. No ocultaba su aspiración de convertirse en el Presidente de la República más joven de la historia nacional. Esta situación personal y política, su inminente paternidad, la virulencia de los enfrentamientos con demasiadas 'vacas sagradas' del sistema (el Poder Judicial, el Dr. Lacalle y su grupo) y la celeridad con que esa misma noche una Junta Médica dictaminaba con un 100% de certeza que se había suicidado, ante un Juez que 'aseguraba que se iba a continuar investigando', generó en la opinión pública la convicción absolutamente mayoritaria -intuitiva por entonces- que 'a Villa lo mataron'. La 'investigación judicial' duró más de diez meses. En ese tiempo Melo y el país entero se llenaron de rumores y especulaciones sobre la responsabilidad del homicidio. Y confiaron en la justicia y en la 'investigación' que se estaba desarrollando. Cuando se pudo conocer el presumario judicial, se comprobó simplemente que no se había investigado nada. La 'investigación judicial' fue solo la herramienta que el sistema utilizó para imponer la 'Razón de Estado' y tranquilizar a los seguidores de 'Villita'. .En el presente trabajo se exhibe de qué manera lastimosa no existió ninguna investigación; hasta qué punto no se vio lo que debía verse; de qué manera se mintió y se maquillaron hechos para sostener la 'verdad oficial'. Y de ese modo, asegurarse que nunca más se pudiera conocer qué sucedió en realidad aquella madrugada de agosto. La verdad y la justicia fueron sometidas por la búsqueda de la paz social. Las vivencias y el análisis que pongo a consideración del lector, quieren ser una contribución a la refundación de una colectividad nacional, en la que el cimiento de la paz sea el respeto por la verdad y la justicia.?