(Bogotá, 1992) es autora del libro Coger y comer sin culpa. El placer es feminista (Planeta, 2019). Es columnista de Vice y escribe en diversos medios latinoamericanos como Playboy de Colombia, Latfem, Página 12, El Grito del Sur. Con el cuento “El deseo es una cicatriz” formó parte de la antología Cuerpos (Seix Barral, 2019). Ha participado de diversas iniciativas y organizaciones feministas en Colombia y la Argentina. Actualmente trabaja en radio y en el desarrollo de contenidos audiovisuales. La manada es su primera novela. Desde 2012 reside en Buenos Aires.
Una mirada sobre la masculindad y los orígenes de la violencia.
Hache lleva poco menos de un año en su nuevo colegio —masculino, religioso— y se hace amigo de los chicos más rudos, fiesteros y altaneros del lugar. Como cualquier adolescente en busca de aceptación, logra encajar sin saber qué quiere decir eso para su destino ni el de su familia.
En su primera novela, María del Mar Ramón explora los vericuetos de los ataques en manada. Una ciudad y una sociedad que puede existir en cualquier lugar de América Latina aparecen en esta exploración de la masculinidad; en una manera de examinar las motivaciones, los miedos y frustraciones de un puñado de muchachos que vivirán el resto de sus días sabiéndose responsables de una vida que no es sólo la suya. ¿Se puede escapar del peso de un cuerpo toda la vida?
Hache lleva poco menos de un año en su nuevo colegio —masculino, religioso— y se hace amigo de los chicos más rudos, fiesteros y altaneros del lugar. Como cualquier adolescente en busca de aceptación, logra encajar sin saber qué quiere decir eso para su destino ni el de su familia.
En su primera novela, María del Mar Ramón explora los vericuetos de los ataques en manada. Una ciudad y una sociedad que puede existir en cualquier lugar de América Latina aparecen en esta exploración de la masculinidad; en una manera de examinar las motivaciones, los miedos y frustraciones de un puñado de muchachos que vivirán el resto de sus días sabiéndose responsables de una vida que no es sólo la suya. ¿Se puede escapar del peso de un cuerpo toda la vida?
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