“La ayuda en los partos es ancestral. Considerada durante largo tiempo como un oficio, la partería estuvo en manos de mujeres que repetían las maniobras que habían aprendido con sus 'maestras'. Los partos eran verdaderos trances, sujetos a riesgos importantes. Pese a ello, su tarea fue fundamental durante siglos, en los cuales solo por excepción los médicos se preocupaban por un 'asunto de mujeres. La evolución del tipo de ayuda prestada se ha sustentado históricamente sobre alguna ideología, ya fuera creencias religiosas, pautas sociales, o reglamentaciones surgidas de criterios normativos diversos. El progreso en el conocimiento de base científica acerca del proceso de embarazo y parto, ha modulado –aunque no sustituido– a los criterios anteriores.
Este libro pretende narrar –en algunos casos con una cuota de imaginación del autor–, la evolución de la ayuda prestada durante los partos. Desfilan en las páginas historias de parturientas, parteras y médicos. A lo largo de los siglos se han inscripto historias de abnegación y compromiso humano, con otras de mezquindad y tozudez. En algunas etapas, las dos profesiones involucradas han entrado en guerra. La lucha por imponer la mejor capacitación posible, así como por defender la dignidad profesional y humana, está jalonada por hitos de progreso, tanto como por tropiezos, caídas y claudicaciones.
Pese a ello, el presente hace creer que los logros superan a los fracasos. Aunque aún hay regiones del mundo donde se repiten problemas que en otras parecen superados, la convicción de que tanto la tarea de las parteras como la de la obstetricia médica son necesarias y complementarias, es un escalón trascendente para el objetivo principal: la mejor salud para las parturientas y sus hijos.”